Corriza infecciosa en gallos y gallinas

    El resfriado o el catarro de los gallos y gallinas 

Enfermedades de gallos y gallinas

   La corriza es una enfermedad bacteriana y como tal se puede curar y además se puede prevenir y además es muy bueno saber cuáles son los síntomas para que puedas poner el remedio.

   La corista infecciosa es una patología conocida comúnmente como el catarro de las gallinas .Es una enfermedad respiratoria que se agrava cuanto más adultas sean las aves afectadas .Los primeros brotes de esta patología, que es causada por una bacteria, suelen aparecer en el momento en que se introducen en el aviario nuevos ejemplares que puedan portar este germen. La transmisión de esta enfermedad se produce por contacto directo ya sea a través del aire de sus fosas nasales o de aerosoles infectados, aunque también podría producirse de forma indirecta a través de la ingesta de agua y alimentos contaminados.

   Es habitual que la erupción de esta enfermedad vaya precedida por una debilitación de las defensas y del aparato inmunológico del ave como consecuencia de que el clima reinante en el aviario sea húmedo y frío y con corrientes de aire.

   Los síntomas más visibles que puede provoca esta enfermedad, son una tumefacción en la zona inferior ocular como si se le  hincharse debajo del ojo. Esto puede hacer que se le cierre el ojo totalmente al animar y le impida comer y beber y se le agrave aún más la enfermedad.

   Un remedio casero que nos puede ayudar es abrirle los párpados y aplicarle agua con manzanilla.

   Esta patología puede provocar un estado general depresivo en el ave afectada, una considerable caída en la puesta así como una disminución en el consumo diario de agua y alimentos además es frecuente que la corriza infecciosa actúe como agravante de otras infecciones respiratorias.

   La prevención fundamentada en el correcto manejo de las aves y en un minucioso programa de bioseguridad es la estrategia más eficaz para controlar la corriza infecciosa. No existe un procedimiento concreto para neutralizar esta enfermedad, los fármacos ayudan siempre a controlar su propagación y evitar otras posibles infecciones pero en fase crónica su efecto es limitado. Las vacunas, aunque no inmunizan, suavizan el alcance de la enfermedad y se erigen como la medida más eficaz para combatir esta afección.

      Saludos desde Marchena-Sevilla-Andalucía